CASTILLO CONSISTORIAL PALACIO VÁSQUEZ
El Castillo Consistorial de Macul, conocido simplemente como “Castillo de Macul” es un edificio de 3 pisos más un mirador y zócalo ubicado en el centro de la comuna de Macul, en la esquina norponiente de las calles Los Plátanos y Avenida Macul. Actualmente funcionan allí diversas reparticiones municipales, y es el lugar de trabajo del Alcalde de Macul.
El edificio es, junto a un par de edificaciones más, uno de los últimos vestigios de las grandes casas quintas que conformaron la Avenida Macul, a comienzos del siglo XX, época en la cual se mezclaban la vida campestre con la llegada de aristocráticas familias que emigraban desde el centro de la ciudad, al sector oriente de Santiago.
El Palacio ha sido testigo privilegiado del desarrollo de la comuna de Macul, y forma parte importante del patrimonio comunal, siendo todo un referente a nivel local. el edificio es también, en mérito de su inmenso valor arquitectónico, cultural y social, Monumento Nacional desde el año 2009, nombramiento efectuado a través del Decreto Nº 148, del MINEDUC.
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sobre el Palacio Vásquez.
Historia
Antes de la llegada de los conquistadores españoles, la comarca de Ñuñohue estaba conformada por 5 caseríos indígenas, dominados por los mitimaes, colonos del imperio inca. Cuando los conquistadores españoles llegaron a Chile, los indígenas de Ñuñohue se habían revelado del Imperio Inca. Durante el siglo XVI, los conquistadores hispanos implantaron el sistema de encomiendas y mercedes de tierra; por la encomienda, se entregaba un conjunto de indios para determinados fines, y por la merced de tierra se daba el dominio sobre grandes extensiones territoriales.
Pedro de Valdivia estableció encomiendas en los caseríos de Apoquindo, Macul, Ñuñoa y Tobalaba. En conjunto, las encomiendas de Macul y Ñuñoa fueron entregadas en 1554 a don Juan Jofré de Loaisa, que pasarían a manos de su hijo Juan Jofré. Asimismo, se le entregaron mercedes de tierra situadas en las tierras de sus encomiendos, siendo el primer encomendero y propietario español del sector de Macul.
Este sistema de administración subsistió hasta principios del siglo XIX, ya que con el advenimiento de la independencia de Chile y la llegada de la República, el poblado de Macul pasó a formar parte de la provincia de Santiago. Macul sufre múltiples divisiones en su propiedad y en 1891 con la creación de la Municipalidad de Ñuñoa pasa a integrarse como parte de su territorio. Es en este periodo que comienza el poblamiento de la comuna, desaparecen las antiguas fincas y surgen nuevas avenidas, casas quintas y ya en el siglo XX establecimientos industriales.
Es en esta época de grandes cambios, que se produce la migración de la clase alta de la ciudad hacia la zona oriente, radicándose muchas familias adineradas en la Gran Avenida de Macul, también conocida como José Pedro Alessandri.
Orígenes de la actual construcción
El terreno donde se ubica el Castillo perteneció originalmente a una chacra del período colonial que tenía su frente o cabezada hacia el camino real de Ñuñoa (actual avenida Irarrázaval) y que fue adquirida por don Agustín Infante Prado a fines del s. XVIII. La heredó luego su hijo don José Miguel Infante Rojas quien la vendió en 1844 a don José Ramón Undurraga Ramírez. La chacra pasó a denominarse en aquella época chacra “Santa Rita”. Inmediatamente al oriente de ella se encontraban dos chacras de la familia Tocornal Velasco y que luego serían conocidas en conjunto como chacra “El Rosario”. Dicha familia vendió ambas chacras a don Gregorio Ossa y Cerda en 1855 (en dichos terrenos está actualmente emplazada la Casa de la Cultura de Ñuñoa). Doña Mariana Brown de Ossa, segunda esposa y viuda de don Gregorio Ossa y Cerda, adquirió el fundo “Santa Rita” en 1872, de las herederas del mencionado Sr. Ramón Undurraga. Luego doña Mariana Brown lo traspasó a su hijo don Luis Gregorio Ossa Brown, quien lo parceló vendiendo sitios a diversos propietarios. El Sr. Ossa vendió en 1910 varios de estos sitios a don José Pedro Alessandri (los cuales formaban parte de la llamada Nueva Población de Ñuñoa). Don José Pedro Alessandri los traspasó a su hijo Guillermo Alessandri Altamirano, quien luego vendió el sitio donde se emplazaría el Castillo en 1928 a don Luis Guzmán Martínez. El Sr. Guzmán lo vendió finalmente en 1929 al industrial de origen español, don Fermín Vásquez Menéndez.
Don Fermín encarga el diseño de su casa al arquitecto José Luis Mosquera, y emprende la construcción de la casa en 1931, la cual nunca terminó en su totalidad. Su objetivo era habitarla junto a su mujer y su numerosa familia, lo cual no concreta finalmente, ya que sólo su hija Joaquina vive en la majestuosa mansión, hasta el día de la muerte de don Fermín, cuando se decide rematarla, aún con detalles sin terminar.
Don Fermín, español asturiano casado con Benigna de la Fuente Fernández y su hija María Luisa, llegaron a Chile a principios del año 1908, en Chile nacieron Genoveva, Félix, Benita y Fermín. La primera piedra la puso el año 1929 y recién en el 1931 fue habitada. Entre los años 1947 al 1951 fue habitada por Genoveva Vásquez de la Fuente y Antonio del Río Diez, quienes ya tenían 5 Hijos: Dolores, Eugenia, Antonio, Isabel y Cristina. En el castillo nació el quinto hijo Miguel. A la muerte de don Fermín fue rematado el castillo por una empresa constructora.
El castillo del lado norte de la municipalidad fue construido antes por don Ferrnín, al igual que el puente del río Bio Bio y la morgue de Santiago, entre otras edificaciones con menor importancia. (José Manuel Efrén Bueno del Río) Bisnieto de don Ferrnín.
El Castillo fue comprado por la Sociedad Constructora de Establecimientos Educacionales y pasó a albergar las oficinas del Liceo Nº 11 de Niñas “Juana de Ibarbourou”, hasta que en el año 1985 fue adquirido en 30 millones de pesos por la recién creada Municipalidad de Macul, la que realizó la reparación total del inmueble, afectado por el sismo del mismo año. Los trabajos se extendieron por todo el año 1986 y tuvieron un coste total de 31 millones de pesos de la época, permitiendo en diciembre del mismo año instalar las oficinas de la Alcaldía, Secretaría Municipal, Dirección Jurídica, Planificación, Finanzas y Control.
En 1988 se inauguró un edificio anexo en el costado norte, que respeta el estilo neocolonial imperante, donde funciona actualmente el Departamento de Obras.
El año 2004 se inauguró un nuevo edificio Municipal, ubicado a tan sólo dos cuadras del Castillo, que absorbió diversas reparticiones municipales.
El año 2009, a través del Decreto Nº 148 del Ministerio de Educación, se nombró como Monumento Nacional, en la categoría de Histórico al Castillo, reconociendo su historia y sus méritos arquitectónicos.
Características Arquitectónicas
El Castillo está construido en un estilo neocolonial, y muchos de sus elementos fueron traídos directamente de España, de la ciudad de León, de donde era natural don Fermín Vásquez. El Castillo realza en el paisaje gracias al contraste que produce el fuerte rojo de los motivos ornamentales del edificio, con los muros blancos del mismo, hecho característico de la arquitectura neocolonial, y que puede admirarse en numerosas construcciones de la ciudad de La Serena.
Cabe destacar que éstos colores fueron elegidos y fijados por don Samuel Román, reconocido escultor y pintor chileno. Destacan el pórtico de entrada, donde hay presentes elementos de la arquitectura barroca y el balcón colonial que se desprende de un segundo piso, como quisiendo evocar algún palacio limeño o cuzqueño de la colonia. En lo que sería un quinto piso, hay un mirador que se encarama sobre el tejado del Castillo, dominando un paisaje cordillerano, cubierto de nieve en invierno.