Explotación Laboral Infantil
La explotación infantil, también llamada esclavitud infantil, es las utilización de niños niñas o adolescentes en trabajos normales o peligrosos, para fines económicos familiares o de otra índole, de menores de edad por parte de adultos, afectando con ello el desarrollo personal y emocional de los niños, niñas; constituyendo una vulneración de derechos. Algunos autores utilizan este término como sinónimo de trabajo infantil, aunque otros emplean este último de un modo más amplio, sin una necesaria carga negativa.
Eliminar la explotación laboral infantil es una prioridad por los efectos que las actividades laborales tienen sobre la salud y el desarrollo de los niñ@s. Igualmente está demostrado que cuando los menores de edad trabajan en condiciones que afectan el ejercicio de sus derechos, con frecuencia son explotados al no recibir salario o porque las jornadas de trabajo son usualmente extensas. Algunos estudios muestran que en la medida que más trabaje el menor de edad se expone a sufrir una mayor accidentalidad y enfermedades. El trabajo de niños y niñas también afecta la educación al generar deserción escolar. Está demostrado que el atraso escolar se relaciona con las horas de trabajo en la niñez.
La normativa chilena prohíbe el trabajo infantil en niños, niñas menores de 15 años y establece que entre los 15 y 18 años de edad pueden trabajar, siempre y cuando, cuenten con una autorización legal, no deban interrumpir sus estudios y no se expongan a tareas de peligro.
Sin embargo, cifras entregadas por las autoridades de Trabajo y expuestas durante un conversatorio realizado en Fundación Telefónica, dan cuenta de una dura y triste realidad. En el país hay 219.624 niñ@s y adolescentes entre 5 y 18 años que ejercen algún tipo de trabajo, lo que representa el 6,5% de este rango etario.
Si bien esta cifra es menor que en otros países de América Latina, sigue siendo una gran preocupación.